Lecturas Conjuntas "Hoja en blanco"
Seis autores, seis obras, de febrero a mayo de 2020
Mi reseña de
“La constelación del olvido”, de Pilar González
por Sonia Pericich
Andrea tiene un sueño
premonitorio que involucra a su bisnieta Andreita y a un secreto familiar del
cual es la última guardiana. Jura, en su lecho de muerte, que volverá del más
allá a impedir que aquel sueño se haga realidad… Así comienza La
constelación del olvido, envolviéndote al instante en una intriga que
no te abandonará hasta el final de la novela.
Pilar
tiene una pluma delicada y bien cuidada, y ha sido un placer leerla. Me ha tomado
tiempo porque no soy de las que leen rápido, sino que a cada palabra imagino un
gesto, a cada acto un escenario, a cada escenario un tiempo, un aroma, un
color. La constelación del olvido ha tenido todos los tonos de la
tierra y de una vida de época, salpicados por el celeste juvenil de los
recuerdos agradables y el nefasto negro de los desagradables, coronados todos
por el carmín de unos aventureros y alocados labios, aunque respetuosos y
maduros.
Me
ha gustado mucho el paseo por el tiempo y la intriga se mantuvo empujándome a
leer. Me resultó muy original la manera que ha encontrado la autora para contar
tantas cosas en un solo libro. Si bien me esperaba el final, eso no opacó en lo
más mínimo el camino hacia él, todo lo contrario, porque así es como se marca
la diferencia en la literatura actual.
Me
he sentido identificada con Andreita. Todo cambia cuando se mira hacia atrás,
muy atrás. Muchos de nosotros, sobre todo en la adolescencia, no somos
conscientes del pasado de nuestras familias y no le damos el valor que merece. Afuera
nos enseñan que siempre hay que mirar hacia adelante, y a veces tenemos
discusiones absurdas con nuestros padres o abuelos por tener costumbres
diferentes. Hace falta más unión en las familias, más sinceridad, menos
secretos, más cultura y más respeto por el paso del tiempo, tanto de parte de
las nuevas generaciones como de las viejas, a las que también les cuesta
aceptar que las cosas han cambiado. Andrea, a su vez, representa justamente
eso, está en el medio, entre Andreita (su bisnieta) y Mamá Justina (su
bisabuela), y por eso esta novela tiene tantos colores y tanto valor emocional
y cultural.
¡Recomendada!
Y anotada en la lista de libros físicos a adquirir en cuanto Amazon termine de
instalarse en Argentina. Muchas gracias, Pilar, por darme la oportunidad de
disfrutarla.
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