Primer puesto - Bella Hayes

Hombre gana la lotería y muere de un infarto: 326 personas demandan un ADN

En el bar de Pepe, ubicado en el pueblo de Guadalest, Alicante, reinaban las risas y las expectativas, era la noche del sorteo del El Gordo. José de Jesús Sánchez, dueño del bar había contratado dos camareras extras para atender el creciente número de visitantes que cada año abarrotaban cada espacio para ver, beber y compartir, boleto en mano, tan esperado sorteo y es que la pantalla del antro y el buen ambiente animaban a los asiduos. Como era tradición cada número cantado era coreado por José y por cada persona que tenía ese número en su boleto. Los gritos en la sala crecieron en intensidad a medida que Sánchez seguía cantando los números, con una euforia que iba en crescendo hasta que finalmente llegó al último. El dueño del bar de Pepe cayó fulminado sobre la barra del bar donde se había subido, murió millonario y sin descendencia.

El Pandemónium se desató en la sala, todos querían
tomar el boleto. Fue necesaria la intervención de la policía para ponerlo a resguardo. Al día siguiente comenzaron a llover las solicitudes de pruebas de ADN para determinar algún parentesco con Sánchez y reclamar el premio, a la fecha se han procesado trescientas veintiséis solicitudes.

José de Jesús que era conocido como el galán del pueblo, llegó a Guadalest treinta años atrás buscando información sobre su familia, de solo días de nacido había sido abandonado a las puertas de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción. No encontró ninguna pista, pero si muchas féminas dispuestas a consolarlo. Hoy millonario y fallecido se han autoproclamado como su madre un centenar de mujeres, incluyendo una monja que por aquel entonces pasó por el pueblo. Los supuestos hijos de José también se cuentan por centenares y es que al parecer gran parte de la población femenina del pueblo le puso los cuernos al marido con Sánchez y engendró un hijo con él. Los despachos de los abogados no dan abasto para la ola de divorcios que se están tramitando. Inclusive un emprendedor obtuvo unas fotos del finado millonario en su juventud y por la módica suma de 10 €, entrega una imagen de cómo se vería un hijo de Sánchez y cuyos rasgos generalmente tienen un sospechoso parecido con el cliente. 

Este reportero entrevistó a varios ciudadanos del pueblo y más de uno manifestó que habían pedido a sus hijos que se hicieran la prueba, porque a lo mejor la fortuna estaba de su parte y su esposa lo había engañado. Inclusive uno de ellos declaró que pensaba pedirle a su esposa que se hiciera la prueba, porque su suegra siempre acudía a esa iglesia y siempre pensó que era medio putona.

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