La furia del dragón - de Alejandra de San Cristobal


LA FURIA DEL DRAGÓN




Tengo más poder en mi interior del que jamás he sentido.
— ¡Estúpidos inútiles! ¿En serio creéis que seréis capaces de retenerme aquí? No tenéis ni idea de quién soy. ¡Sucios gusanos! Me capturasteis porque bajé la guardia, pero hoy pagaréis por la ofensa. Me temeréis de ahora en adelante — vocifero mientras avanzo decidido a través del estrecho camino que me separa de mis carceleros.
— Tengo un ejército de dragones esperando una sola orden de mi boca para calcinar vuestros apestosos culos. ¡Rashil! ¡Ven a mí! — grito con rabia llamando a la más fiel de todas mis fieras.
La joven bestia roja irrumpe en la escena envuelta en una enorme nube de humo. Nos miramos a los ojos durante una fracción de segundo. Podría escapar sin más, subirme a su lomo y salir volando sin darles siquiera la opción de reaccionar, pero no es eso lo que deseo. Quiero que sufran como
lo he hecho yo. Han osado tocarme con sus asquerosas manos no mágicas, y pagarán por ello con jirones de su piel.
— ¡No lo hagas! — me suplica uno de sus líderes, consciente, de pronto, de la inminente destrucción de su pueblo.
Su ruego no hace otra cosa que aumentar mi rabia.
— ¡Nadie te ha permitido hablar! ¡Arrodillaos ante mí y vuestra muerte será rápida!
No parecen temer por sus vidas, a pesar de tener a escasos metros de ellos al animal más poderoso que jamás hayan visto. Voy a disfrutar de esto.
— ¡Barkshel, Rashil!
La bestia roja, activada como un resorte por mi orden, comienza a escupir fuego con fuerza, envolviéndolo todo con un denso humo. Mueve su cabeza sin compasión de derecha a izquierda, asegurándose de no dejar supervivientes.
No escucho lamentos ni gritos, y eso aumenta mi ira y frustración. De repente, del centro de la masa de niebla surge una mujer con paso decidido, tosiendo mientras trata de taparse la boca con una de sus manos.
— Ya está bien, Manuel. Suelta ese extintor y vuelve a tu habitación, es hora de la medicación.
Me arrastran de nuevo a mi celda, mientras escucho hablar a la desconocida a lo lejos.
— Qué lástima de hombre, dicen que fue un escritor de fantasía.



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Relato resultante del desafío "Bendito Azar". Primer puesto en la votación realizada en el grupo "Panorama Indie - Autores y lectores independientes", donde fue propuesto el desafío.


Conoce más sobre su autora, Alejandra de San Cristóbal, en su Entrevista EXTRA







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